Llegado el momento, la salida de Diego Flores del Leeds United fue tranquila y rápida. Su ascenso a la Premier League fue una señal para irse, y en el proceso de recoger sus pertenencias en Thorp Arch, sin darse cuenta, dejó algunas de ellas atrás.
La plantilla de Marcelo Bielsa estaba feliz de escapar del torneo y nadie dudaba del papel de Flores en él. Ha sido un ayudante y colega en el que Bielsa ha confiado en más de un sentido durante los dos últimos años. Flores, de Córdoba, Argentina, era un agudo analista con un creciente interés por el entrenamiento diario. Bielsa confió en él y lo usó brevemente como su traductor de medios, llevándose a Flores con él a seminarios de fútbol en las Américas.
Pero a medida que se acercaba la promoción, Flores dejó claras sus intenciones y se fue sin fanfarrias. No hubo ningún anuncio por parte de Leeds ni comentario público al respecto por parte de Bielsa. Al final de la temporada en 2020, el grupo de tres asistentes detrás de Bielsa – Flores, Pablo Quiroga y Diego Reyes – se convirtió en dos y se ha mantenido así desde entonces. El amado Flores se había ido, para asombro de todos.
La vida fuera de Argentina fue totalmente decisión de Flores. Originalmente había dejado su tierra natal para irse a Irlanda para mejorar su inglés y aprovechar las oportunidades que podrían ayudarlo a construir una carrera como entrenador en Europa.
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