El BCRA anunció la semana pasada que aumentó el rendimiento de los repos negativos al 27%, mientras que redujo el rendimiento de las letras de liquidez del 38% al 37%. La idea de la entidad monetaria es que el desempeño de ambas herramientas de política monetaria converja para quitar facturas y dejar la tasa de recompra solo como referencia.
«El aumento en la tasa de recompra, la reducción en la propiedad de Leliq y la alineación de su precio con las herramientas del Tesoro reducirán gradualmente el costo cuasi-financiero de la esterilización al mismo tiempo, aumentando su efectividad para afectar las tasas de corto plazo de la economía», dijo el jueves pasado el BCRA.
En este sentido, Carreras reconoció que las distorsiones de las tasas de interés afectaron la evolución de la tasa del dólar, al asegurar que “la alta tasa de recompra devolverá a la normalidad el crédito a corto plazo, lo que alentó a retrasar las liquidaciones en dólares, anticipar importaciones y acelerar la cancelación de deudas externas”.
Explicó que «el mercado cambiario no presencia flujos homogéneos en el año» cuando menciona que «en octubre y noviembre hay una baja liquidación de granos y en enero y febrero hay una alta demanda de turismo extranjero (que no existirá este año)».
Por ello, Carrera señaló que “la subida de la tasa de recompra, sumada a la paulatina reducción del stock de Leliq, son dos medidas que estabilizan la relación entre tasa de consumo, tasas de interés e inflación”.
En su opinión, incrementar el interés en los acuerdos de recompra para que converjan con el de Leliq «fortalece el papel de Leliq para los bancos en la obtención de depósitos a plazo con un mínimo del 33% (38,6% efectivo)». Carreras consideró, entonces, que «al reducir el inventario y la tasa Leliq, se preserva la sostenibilidad de los pasivos pagados del BCRA en términos de PIB nominal y en dólares».
En tanto, dijo, «en el período de transición, este alza de tasas está ligada al resto de medidas que estimulan la oferta o regulan la demanda para calmar la volatilidad de las reservas».
Desde el sector privado, el economista Iván Carreño se mostró pesimista sobre la efectividad de las medidas. En declaraciones a «Ambito», consideró que «no notamos que el agua se calmará al bajar su tasa de interés más alta en el Banco BCRA». «De hecho, me parece una decisión totalmente en contra de lo que debería suceder. El mayor precio de recompra es razonable, ya que la tasa anual del 27% está muy por debajo de la inflación esperada para los próximos 12 meses, pero la reducción del 38% (Leliq) no tiene ninguna.» Explicación razonable. «
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